Bien sabemos que una boda es un momento mágico pero cuando un ser querido no logra estar presente, la celebración ser torna un poco triste.
Como dirían por ahí, acompáñame a ver esta triste historia…. Es en serio 🙁 y comienza así, Kelly O’Connell se comprometió y eso la tenía lo que le sigue de feliz pero había algo que no dejaba de pensar, tenía mucho miedo de que uno de los seres que más amaba no pudiera ir al día más importante de su vida, se trataba de Charlie, su perro.
Charlie, el amigo fiel
Desde hace un tiempo, Charlie estaba en estado terminal debido a un tumor cerebral y eso lo tenía en cama, casi no caminaba y cuando lo hacía tardaba mucho, necesitaba medicinas y cada vez se ponía más debil.
Los días pasaron y el momento llegó, ¿cuál fue la sorpresa? que Charlie, el labrador de 15 años, a pesar de todo esto logró asistir y caminar unos cuantos pasos para entregar a su ama y aunque el cansancio lo venció, una dama de honor se encargó de llevarlo hasta su lugar para continuar sin problemas con la ceremonia. ¡Pura emotividad! 🙂
Pero ahora viene la parte fea y es que tristemente, Charlie falleció una semana después de la ceremonia, como si hubiera esperado y aguantado hasta el momento justo para despedirse e irse en paz.
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¡Alguien que me pase un pañuelo! 🙁 Si quieres ver más fotos de la boda puedes entrar a este enlace.
¿Cómo llegó Charlie a sus vidas?
Hace 15 años, cuando sólo era un cachorro de 3 meses de edad, un indefenso Charlie llegó al albergue de animales en donde Kelly trabajaba, había sido encontrado en un carrito de supermercado, prácticamente fue amor a primera vista y desde ese momento no se separaron. Así fue como la entrañable amistad comenzó y con ella se escribieron miles de aventuras, todo un ejemplo de que los animales saben amar sin condiciones.
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