El detalle más mínimo puede hacer la diferencia.
Cambiar la vida de un animal de la calle para muchos pareciera ser de lo más insignificante, pero ser amable y poder aminorar el sufrimiento de ese otro ser vivo, sin duda es un cambio que hace la diferencia y justamente esa es la idea que tiene Joao Araújo, quien se ha dedicado a construir «restaurantes» para perros callejeros en Brasil.
También te puede interesar: Estas personas convirtieron llantas y cobijas en el resguardo perfecto para perros callejeros
Los perros de la calle deben de lidiar con miles de peligros todos los días, encontrar donde resguardarse, peleas con otros perros, maltrato de gente que no los quiere, la falta de comida, los automóviles y así se puede seguir, pero éste joven brasileño quiere hacer menos pesada la vida de los peludos así que instaló pequeños lugares donde los canes de la calle pueden comer y beber agua
Los pequeños restaurantes llevan por nombre «Hambre Cero», están abiertos las 24 horas del día, cuentan con un pequeño techo para proteger el alimento y el agua, y por las noches éstos se iluminan gracias a una pequeña lámpara que se les instaló, lo único que los perros deben hacer es comer hasta que no tengan hambre. Todos los restaurantes fueron elaborados con materiales reciclados.
La idea fue tan buena que la gente de inmediato lo apoyó con donación de alimento y a rellenar los recipientes de comida y agua, al ver las reacciones se empezaron a construir más y más pequeños lugares para que los perros pudieran comer y beber, aunque claro, como todo, hay gente que no simpatiza con la idea y han destruido estos lugares o robado, pero eso no detiene a Joao quien tiene un lema: «si destruyes uno, construyo dos».
También te puede interesar: Este perrito callejero lleva un regalo diario a la mujer que le da de comer (+VIDEO)
Joao siempre ha sido amante de los perros, en un inicio colocaba agua y alimento debajo de un árbol para los que pasaran por ahí, pero no estaba conforme y deseaba hacer algo más grande, en ese tiempo el perro de su casa fue diagnosticado con cáncer y ese fue el plus que necesitaba para terminar de decidirse y poner en marcha los hermosos mini restaurantes para ayudar a más y más peludos.
No caería mal imitar esa idea en nuestro país, quizá no podamos adoptarlos a todos pero sí podemos hacer más llevadera su vida, ¿no?