Se trata de uno de los procesos quirúrgicos más extraños y complejos de los que se tengan conocimiento, sucedió en Israel y afortunadamente fue un éxito.
Tzipi Balili perdió la vista como consecuencia de una grave enfermedad en la córnea, pero especialistas israelíes ofrecieron someterla a un innovador trasplante, ella accedió y confió en los médicos. Debido a que era la primera vez que realizaban esta cirugía, oftalmólogos y cirujanos maxilofaciales suizos los ayudaron.
La operación se realizó en el Centro Médico de Rabin en Israel y consistió en implantar en la paciente una parte de su propio diente en un ojo, es decir, un trasplante de córnea dental.
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¿En qué consiste?
Como primer paso a la paciente se le extrajo un diente junto con la raíz para elaborar una lámina de la misma medida que su ojo. Los médicos perforaron en esta un orificio de 3 milímetros de diámetro en el que insertaron una córnea artificial.
Posteriormente, la córnea dental fue implantada en la mejilla de Tzipi y permaneció ahí durante 3 meses para que formara nuevos vasos sanguíneos y eso evitara el rechazo de un cuerpo extraño al ser trasplantado.
El segundo paso consistió en extraer la lámina de la mejilla y colocarla sobre la córnea del ojo, no sin antes haberla limpiado.
De acuerdo con el oftalmólogo israelí Eitan Livni, este tipo de cirugía fue diseñado para pacientes que sufren graves enfermedades de la córnea que los dejaron sin vista y por alguna razón no pueden recibir trasplantes.
Sin duda, este es un gran avance de la ciencia que vale la pena reconocer porque mejorará la vida de muchos, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que alrededor de 285 millones de personas en el mundo viven con baja visión o ceguera.
