La condición, además de ser rara en extremo puede llegar a ser tan dolorosa que te tumba por completo.
Se trata de, por su nombre médico, el padecimiento de útero bicorne, algo que afecta muy rara vez y puede ser hereditario, por supuesto que Nicole no sabía esto pero lo descubrió cuando tenía 17 años, entonces, su menstruación era tan insoportable que la incapacitaba hasta por 28 días, a veces debía usar dos pantalones porque el sangrado era demasiado.
Después de sufrir por varios años, Nicole decidió ir a un doctor para explicarle su problema, fue así como le dijeron que tenía dos úteros, ¿cómo era esto posible? En términos sencillos, estas rarísimas condiciones se dan en 4 de cada 100 mujeres cuando durante la unión del útero no se realiza por completo, es decir, en un principio son dos pequeños tubos que luego se unen para formar el aparato reproductor de la mayoría de las mujeres pero en estos casos esos dos tubos no se llegan a juntar y cada uno se desarrolla de forma independiente dando como resultado dos úteros y dos orificios vaginales.
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Para este punto, la chica ya sabía el nombre de su condición pero el martirio no terminó porque el tiempo pasó y Nicole se casó pero embarazarse fue una tortura, tuvo 3 abortos involuntarios y las cosas no mejoraron porque a pesar de haber llenado su cuerpo de hormonas y someterse a diferentes tratamientos nada dio resultado.
«Había momentos en los que no quería vivir… pero sabía que tenía que seguir adelante», dice Nicole.
La desesperación le invadió el alma y decidió someterse a una cirugía de histerectomía doble en la que le extirparon ambos úteros y cuellos uterinos, y ahora, a pesar de estar imposibilitada para cumplir el sueño de embarazarse, agradece no pasar por más dolor y sangrado interminable por lo que se ha propuesto, junto con su pareja, adoptar un bebé muy pronto.
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Pero no todas corren la misma suerte que Nicole y es que la histerectomía no es la mejor solución en todos los casos, antes de ello hay que medicar y probar diferentes soluciones y es que la consecuencia que más duele es precisamente esa, impedir un embarazo de por vida.
