Especial

A mayores estímulos, mayor es la recompensa y la necesidad de consumirlos de nuevo. Este es el resultado en común que la pizza y la heroína comparten.

El estudio “Which Foods May Be Addictive? The Roles of Processing, Fat Content, and Glycemic Load”, nos muestra las conclusiones de distintos experimentos neurológicos que muestran patrones de disfunción relacionados con recompensa entre adictos a alimentos y adictos a otras sustancias. Las personas que sufren de los síntomas de adicción a la comida muestran un incremento en la actividad cerebral en las regiones relacionadas con la recompensa.

No es normal que alimentos en su estado mas simple lleguen a tener una clase de adicción. Pensemos en una uva, esta llega a ser deliciosa pero no provoca una adicción a quien la consume, aunque si una uva pasa por un proceso de fermentación y llega a ser una bebida alcohólica, esta puede producir una necesidad innecesaria a quien la consuma, como lo puede ser también la cebada. Claro que no es que en todos los casos se produzca esta necesidad, como lo puede ser el pan pero logro explicar el punto, ¿no?

También te puede interesar: ¿El gobierno de Islandia busca prohibir la pizza con piña?
Santarpio’s Pizza, por Bucky Jones.

La cocaína estimula el sistema nervioso central que activa el sistema de recompensa, alimentando un círculo vicioso que provoca un estado de bienestar acompañado de euforia y sensaciones positivas. Este esquema se repite por ejemplo con la pizza, el chocolate, los pasteles y otros alimentos que se caracterizan por su alto contenido de azúcares refinadas y el complejo proceso que atraviesan.

Podemos verlo reflejado con el constante aumento de la obesidad y sobrepeso en la parte occidental del globo. Estos problemas están ligados con una dieta alta de alimentos con carbohidratos de alta absorción y alimentos procesados, así que sí, a pesar de que pueda parecer algo tonto, en realidad es que ese amor que sientes por la pizza, cerveza o cualquier dulce tiene una explicación, que básicamente, puede ser esta misma; algo muy parecido a lo que sucede con las drogas.

Te puede interesar:  Él es Randy, la única persona en el mundo que tiene prohibido pedir una pizza
Especial