El pasado lunes 17 hubo una revolución en redes sociales, pues se dio a conocer que Ella Bucio, una deportista mexicana fue coronada como Campeona Mundial de Parkour Freestyle que se llevó a cabo en Tokio, Japón; una competencia que se realiza por primera vez y de la cual fue organizada por la Federación Internacional de Gimnasia (FIG)

Ella Bucio fue la única deportista que representó a México por falta de apoyo de autoridades. Acudió a la competencia, del 14 al 16 de octubre, sin entrenador, mientras que sus compañeros no lograron cubrir los gastos de viaje. 

La deportista se coronó como Campeona Mundial de Parkour por conseguir el mejor tiempo en la clasificación con 26.0 puntos, mientras que en la final tuvo 27.0. Mientras que en la segunda posición se quedó la japonesa Hanaho Yamamoto con 25.0 y en tercer lugar la checa Adela Merkova con 24.5.

“Es un hecho histórico. Tardaré mucho tiempo en terminar de entender que Si esa soy yo” comentó la deportista en una entrevista para El Universal. 

Por otro lado, publicó el Comité Olímpico Mexicano en sus cuentas de redes sociales una felicitación para la deportista: “Empezar la semana sabiendo que la mejor del mundo en parkour es mexicana lo vale todo. Felicidades a Ella Bucio, ganadora de la prueba de estilo libre del primer Campeonato Mundial de Parkour organizado por la Federación Internacional de Gimnasia”

La competidora ya había ganado una competencia similar en este año, en donde se llevó la medalla de oro en la Copa Mundial de Parkour en Montpellier, Francia en la categoría de estilo libre. 

Ella Bucio es originaria de la Ciudad de México y con 25 años de edad, comenzó a practicar el Parkour desde los 6 años; ha practicado varios deportes y ha sido gimnasta de alto rendimiento. Trabaja como doble de acción en películas, series, comerciales, lo que le ha permitido continuar con su carrera deportiva. 

Para finalizar, Ella Bucio comentó que los deportes no tienen género y es importante aprender de todas y todos los que nos rodean y quienes le han brindado apoyo. 

Por: Marifer Vásquez