Un hombre de 43 años fue al hospital cuando la fiebre, taquicardia, inflamación y el inusual tamaño de su escroto le impidieron caminar. Su escroto fue creciendo paulatinamente pero el hombre no fue al médico por al menos 30 años.
También te puede interesar: Fue a dar al hospital por un terrible dolor… ¡Y le sacaron una tortuga muerta de la vagina!
Esto le ocasionó un linfedema crónico masivo del escroto. Se trata de un bloqueo en el sistema linfático que impide que el líquido linfático se drene, causando una acumulación de líquido e hinchazón. Los doctores además le diagnosticaron gangrena de Fournier, una infección mortal.
Cuando el hombre entró a cirugía para eliminar su piel escrotal infectada, los cirujanos encontraron más piel muerta y heridas abiertas. Además, colocarle el catéter resultó muy difícil pues su pene estaba enterrado, pero lo lograron con un procedimiento de hendidura dorsal.
También te puede interesar: Nació sin pene, le pusieron uno biónico y cuando tuvo sexo por primera vez cayó en coma
Cinco días después, los doctores retiraron todo el tejido infectado y lo llenaron de antibióticos, pero cambiar el vendaje del área producía mucho dolor al hombre. Por eso decidieron extirpar todo el escroto. Después, cosieron el área escrotal usando un injerto de piel hecho de malla y luego operaron la hernia.
Finalmente, tuvo una recuperación exitosa de 4 semanas. Los médicos están satisfechos con los resultados de este caso y el paciente asegura que está curado, incluso del trauma con los médicos que le heredó su madre, razón principal por la que nunca pidió ayuda.