Una semana fue el tiempo que pasó la mujer atada a una silla antes de morir.
No cabe duda que China es el escenario de lo extraño y lo extremo, esta vez un crimen conmocionó a todos y es que fue la propia hija quien decidió quitarle la vida a su madre, ahora, el tema ha servido para discutir sobre el cómo deben de ser educados y corregidos los niños.
Parecía un día normal hasta que la policía de la provincia de Heilongjiang reportó la muerte de la señora Li, quien estuvo atada a una silla y sin comer durante siete días. El acto como tal ya era escalofriante pero lo fue aún más cuando se supo que la autora del hecho era su primogénita, a quien los medios de comunicación han identificado como Chen Xin.
La asesina, que es menor de edad, anteriormente ya había acuchillado a su padre y cuando ató a su madre (porque no la dejaba seguir jugando videojuegos en Internet) se mantuvo enviándole fotos y mensajes a una de sus tías, exigiéndole dinero a cambio de la libertad de esta. La tía, al ver que su madre se encontraba en esa situación decidió pedir ayuda de las autoridades, sin embargo, fue demasiado tarde para la señora Li.
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Antecedentes peligrosos
La adolescente de 16 años de edad ya había sido internada por sus padres en una institución ubicada en Shandong a más de 1.000 km de su casa, dicho lugar estaba especializado en tratar adicciones de «jóvenes rebeldes», como lo es la adicción a Internet.
Todo esto no le cayó en gracia a la joven, que había creado un blog en donde relataba que fue llevada en contra de su voluntad y permaneció ahí por cuatro meses; también aseguró que en el lugar recibió fuertes golpes por parte de sus compañeros y fue obligada a comer frente al inodoro como castigo.
La reacción
Mientras hay quienes aseguran que lo ocurrido fue una venganza de la menor de edad en contra de sus padres por haberla internado en esa institución (y no dejar que siguiera mal gastando su tiempo en la web), otros más califican el acto como reprobable y cuestionan los métodos usados por los padres para educar a sus hijos respecto al Internet y los valores.
Por otra parte, las confesiones de la asesina fueron un foco de alerta para que la policía inicie una investigación a la institución, que por supuesto, niega los estrictos castigos, aunque a muchos les genera sospecha el que nunca dejen entrar a los medios de comunicación a sus instalaciones y tampoco concedan entrevistas.
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