La Santa Sede está en crisis y no parece reponerse.
Sí, nada menos católico que celebrar una orgía gay en tu apartamento (que está en el palacio del ex santo oficio en el Vaticano), ¿peor que eso? Ser el exsecretario del Cardenal Francesco Coccopalmerio. La fiesta loca iba viento en popa a plena tarde soleada en Italia, drogas por aquí, piquetillo por allá y todo el rollo, hasta que los vecinos se hartaron del escándalo de siempre y tomaron el teléfono para marcarle a la policía, quien no tardó tanto en llegar e irrumpir en el lugar para ver qué pasaba y ¿qué encontraron? Una orgía gay nada adecuada para un exsecretario, así que decidieron terminar con el relajo y llevarse al hombre a un retiro espiritual y luego a una clínica de rehabilitación de nombre Pío XI.
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Por su parte, los vecinos se dijeron aliviados de no tener que soportar más la entrada y salida de hombres a cada rato, sin importar el día ni la hora y de no tener que escuchar más el «escándalo» que se producía dentro de ese departamento en el que siempre estaba estacionado un auto de lujo con la placa de licencia de la Santa Sede.
Ni el Vaticano ni el cardenal Coccopalmerio han dicho nada al respecto, supongo que porque en estos casos, como en muchos otros, es mejor olvidar rápido.
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