Las aplicaciones de transporte han tenido muy malos ratos en México, de ahí que se buscara regularlas y hacer algunos cambios en su funcionamiento, como el de suspender los pagos en efectivo, sin embargo; hubo otras especificaciones que fueron agregadas desde el inicio y que muchos no han visto, sin mencionar que son más importantes que el no poder pagar al momento de concluir tu servicio.
A pesar de todo esto, hay algunas reglas que no han cambiado y aunque todos deberíamos saberlas, no es hasta ahora que la gente ha comenzado a darse cuenta de lo que acepta cuando se sube a uno de estos transportes. Algo de lo que deberíamos haber leído antes de bajar la aplicación es esto:
«Uber no hace declaración ni presta garantía alguna relativa a la fiabilidad, puntualidad, calidad, idoneidad o disponibilidad de servicios o bienes solicitados a través del uso de los servicios, o que los servicios no serán interrumpidos o estarán libres de errores. Uber no garantiza la calidad, idoneidad, seguridad o habilidad de los terceros proveedores. Usted acuerda que todo riesgo derivado de su uso será únicamente suyo, en la máxima medida permitida por la ley aplicable».
¿Qué quiere decir esto? Que a pesar de lo confuso que su texto pueda parecer, lo que Uber nos dice que aceptamos al momento de hacer un viaje es que no se haga responsable si durante el trayecto se comete algún delito o si el conductor tiene una conducta inapropiada, además de que te comprometes a no proceder legalmente si algo de eso sucede:
«Usted acuerda mantener indemnes y responder frente a Uber y sus consejeros, directores, empleados y agentes por cualquier reclamación demanda, pérdida, responsabilidad y gasto (incluidos los honorarios de los abogados)», dice otra parte del apartado.
Así que al final de cuentas, llevamos poco más de un año accediendo a prácticamente no hacer ningún reclamo, algo que definitivamente deberíamos tomar en cuenta antes de pedir uno de estos servicios. ¿ya lo sabías?