Desde que Youtube apareció en nuestras vidas las cosas se volvieron más fáciles para poder ver y producir videos subiéndolos a la red de manera rápida y bueno, de ahí ya sabemos que muchos han sabido aprovechar al máximo la plataforma y se están haciendo millonarios por tener miles de seguidores y reproducciones en sus videos, por ejemplo este niño de 6 años llamado Ryan que de acuerdo a la revista Forbes es el octavo Youtuber mejor pagado.
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Al parecer, el niño empezó a mostrar interés en la plataforma de videos desde que tenía 3 años, por lo que preguntó a sus padres por qué no estaba en Youtube como los demás niños, el resto es historia, sus padres abrieron el canal en marzo de 2015 y comenzaron a subir videos del pequeño mientras probaba sus juguetes de manera periódica y hasta el día de hoy tiene más de 10 millones de suscriptores, lo cual le ha dejado jugosas ganancias.

¿De cuánto hablamos? Algo así como unos 11 millones de dólares al año por dedicarse a recibir los juguetes que sus papás le obsequian, jugar con ellos y al final hacer una pequeña reseña.
Por si todo eso fuera, poco la revista Forbes ha mencionado en su estudio «Las estrellas de YouTube mejor pagadas del mundo en 2017», que a sus escasos 6 años está en la lista de los 10 Youtubers mejor pagados, colocándose en el octavo lugar, debido a que desde que se abrió su canal hasta el día de hoy ha conseguido 16.875 millones de reproducciones.

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La madre de Ryan, quien prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que los niños que ven los videos de su hijo lo consideran un amigo y muchos tratan de imitar lo que hace.
A diferencia de los demás canales, Ryan no tiene un guión, las reacciones que tiene ante las sorpresas que le dan sus padres son completamente naturales, es por ello que The Washington Post lo cataloga como «irresistible».
Como todo, hay quienes aseguran que es una especie de explotación lo que los padres de Ryan están haciendo, pero realmente regalar juguetes a tu hijo y grabar sus expresiones de felicidad no parece ser sinónimo de que el pequeño la esté pasando mal.
Por lo pronto, el niño sigue disfrutando de sus juguetes e incluso de sus ganancias.