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Muchos somos los que sentimos una gran empatía por los animales e incluso llegamos a ser más afines a ellos que a las personas que nos rodean, lo cual provoca un sinfín de críticas por anteponer el amor hacia ellos que al prójimo y para comprobarlo se ha realizado un estudio para saber a quién salvaría la gente en caso de peligro, los resultados te dejarán sorprendido.

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La universidad de Northeastern decidió realizar un estudio para saber a qué son más afines las personas, si a los perros o a las personas, para ello presentaron fotografías donde un adulto era maltratado, posterior a eso les mostraban una imagen donde un perro sufría lo mismo, después la de un bebé  siendo violentado y al final la de un cachorro en las mismas condiciones, al medir su nivel de empatía se llegó a la conclusión de que las personas sintieron más solidaridad y compasión por los animales que por las personas.

Otro estudio de la fundación Harrison realizó algo parecido con una campaña en la que se invitaba a donar dinero para salvar la vida de niños desamparados y posteriormente hicieron la misma campaña para salvarle la vida a un perro, al final de ambas se dieron cuenta que lograron recaudar más fondos para los perros que para los niños.

Fundación Harrison
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Los expertos basándose en esos resultados aseguran que los humanos desarrollamos esa empatía con los animales debido a que en nuestro cerebro creamos un patrón de invalidez, es decir, nuestro sentimiento por ayudar se activa por personas o animales que lo requieren y como a los animales los apreciamos como más vulnerables sentimos que debemos apoyarlos más, por ejemplo; nuestro cerebro emite una señal donde vemos al bebé con mayores posibilidades y herramientas para sobrevivir, como su papá o mamá mientras que los cachorros muchas veces a temprana edad son separados de sus madres debido a la cría ilegal, de ahí que queramos ayudarlos más.

Gracias al experimento, se coincide en que los animales siguen siendo un sector de la sociedad que se encuentra desprotegido y con mayores posibilidades de sufrir incluso más que un bebé o un anciano.