¡Qué listo doctorcito!
La inseminación asistida es una técnica utilizada por las parejas que no pueden tener hijos o por aquellas mujeres que sienten la necesidad de traer un bebé al mundo sin alguien que las ayude pero en ocasiones las clínicas en donde se practica pueden dejar un mal sabor de boca como lo que están viviendo cientos de mujeres al descubrir que sus hijos provienen del mismo donante.
Padre de todos
En diferentes ocasiones hemos visto (en películas o en la vida real) que cuando una mujer va a realizarse una inseminación artificial, escoge de un amplio catálogo al «mejor candidato» e incluso puede recibir consejos de parte de su doctor pero en Rotterdam, al oeste de los Países Bajos, el doctor encargado de asistir a sus pacientes prefirió utilizar su propio semen para inseminar a más de 20 mujeres. ¿El motivo? Crear un mejor mundo dejando su propio legado ya que según comentarios del hombre, él era demasiado listo y sano.
Jan Karbaat era el director de Bijdorp, una clínica de inseminación asistida (la más importante del país ya que también suministraba semen a diferentes regiones), desde el comienzo de su administración, la clínica siempre estuvo en la mira de la opinión pública ya que en varias ocasiones reportaron diferentes irregularidades como mezclar el esperma de los diferentes donantes para aumentar la posibilidad de fertilización. Pero ahora el escándalo es mayor debido a que los hijos, resultado de la inseminación, han comenzando a reclamar que Karbaat inseminó a sus madres sin su consentimiento.
«Se trata de un pequeño grupo de madres frustradas que no están satisfechas con el resultado. He decidido estar por encima de eso y reírme de cada queja».- Comentó el doctor durante una entrevista.
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Hijos perdidos
Aunque en varias ocasiones hemos escuchado que un sólo donante puede procrear hasta 25 hijos, el caso de Karbaat es más alarmante de lo que parece o al menos eso es lo que creen los afectados ya que temen ser hijos del propio doctor e incluso la lista de las posibles mujeres inseminadas asciende a más de 100 (incluso se habla de miles).
Ahora que si te preguntas cómo es que Karbaat lograba engañar a sus pacientes, la respuesta es muy sencilla: El doctor simplemente les decía a las mujeres que iría a buscar semen fresco antes de realizarles la inseminación y en lugar de utilizar el semen escogido por las mujeres, utilizaba el suyo. Diferentes medios locales, que se han acercado a varias de las madres afectadas, aseguran que el doctor había dejado de congelar espermas en 1986 y que probablemente antes y después de esa fecha haya utilizado su «material».

Lo que más llama la atención del caso Karbaat es que 18 personas acudieron a la clínica para solicitar información sobre su padre legítimo (en Holanda, a la edad de 16 años pueden pedir la identidad del donante de esperma) y para la sorpresa de todos los que acudieron, la mayoría tiene rasgos similares entre sí y con el doctor por lo que inmediatamente solicitaron una prueba de ADN con el hijo legítimo y al momento, los resultados preliminares han dado positivo.
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Desafortunadamente, el doctor falleció a principios de año por lo que la investigación está siendo realizada con los ojos tapados, debido a que la viuda no quiere exhumar a su marido para poder realizar la prueba de ADN con sus restos, así que el próximo 2 de junio el tribunal tomará medidas para poder realizar las pruebas necesarias
Todos suponemos que, gracias al gran historial y reputación que preceden al doctor, seguramente tendrá varios hijos regados en diferentes partes de Holanda.