Murió de tristeza.
La muerte de Szenja ha dejado a todos cabizbajos y enojados al mismo tiempo y es que es prácticamente obvio que la osa polar perdió la batalla luego de dejar de luchar cuando su única compañera, Snowflake, fue llevada a un zoológico de Pittsburgh a finales de febrero.
Szenja había nacido en 1995 en Alemania, después fue trasladada a SeaWorld de estados unidos, tenía 21 años y aparentemente no sufría de ninguna enfermedad, de hecho, lo hermosa que se veía siempre reflejaba su buen estado de salud; hacía 19 años que era la compañera inseparable de SnowFlake, hasta hace unos meses.
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Las autoridades del parque acuático aseguraron que se tiene prevista una autopsia para determinar la causa de la muerte de la osa polar, sin embargo, saber los resultados podría tardar varias semanas. Por su parte, varios defensores de los derechos de los animales y organizaciones como PETA han dado el grito en el cielo luego de la noticia y es que aseguran que el hecho es atroz y pudo haberse evitado cuando la notaron triste unos días antes de que muriera.
Respecto a todo ello, la vicepresidenta de PETA aseguró en una entrevista para la NBC que lo que ha ocurrido debería de ser una llamada de atención para que no se permita más el tener animales salvajes en cautiverio y se prohíban las exhibiciones y los santuarios, aunque la petición parece estar muy lejos de ser escuchada.
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