¿¡Qué pasa con aquéllos que vuelven el mejor de los placeres en una experiencia traumática!?
Comer, es sin duda, uno de los placeres que más disfruta el hombre, no importa de qué parte del mundo seas o qué platillos sean tus favoritos, cuando te sientas en la mesa en lo único que puedes pensar es en devorar ese plato que se encuentra frente a ti.
Desafortunadamente en algunos lugares del mundo la comida es algo tan sagrado que deciden experimentar con cosas extrañas o tienen unos cuantos tentempiés un poco raros, eso sí, dirían por ahí que en gustos se rompen géneros.
Las comidas más asquerosas
1 Hasma. Tal vez el nombre no te dice mucho pero quienes no conocen este platillo originario de China, se trata de un postre hecho con nada más y nada menos que trompas de falopio de ranas. Hace muchos años este platillo sólo era servido a los emperadores pero poco a poco fue comercializado hasta que fuera común su consumo, muchas veces lo llegan a llamar «grasa de sapo» ya que confunden ambos ingredientes, es por eso que cuando los asiáticos lo ofrecen a los turistas, estos no creen que estén comiendo el aparato reproductor de un anfibio
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2 Jugo de ojos de cabra. En México tenemos el caldo de camarón para las crudas, en Mongolia tienen el jugo de ojos de cabra. La receta es simple, vinagre, jugo de tomate y los protagonistas: ojos de cabra.
3 Gelatina de tortuga. Esto no es un postre, más bien, se trata de un remedio medicinal que encuentras en cualquier supermercado chino y que está vigente desde hace muchísimos años. Hoy día hay muchas variantes en la preparación de este plato pero originalmente se usaba (y algunas personas siguen usando) caparazón de tortuga de monedas de oro machacado (una especie en peligro de extinción, razón por la cual el ingrediente principal es sustituido por otro tipo de tortuga o alguna otra cosa cuyo sabor y propiedades sean parecidos). La también llamada «gelatina negra» es usada para prevenir el envejecimiento de la piel, como laxante o desintoxicante.
4 Sannakji. Como si los asiáticos no fueran ya lo suficientemente extraños nos regalan este «manjar», se trata de algo simple pero de sabor fuerte y que sólo es para valientes. Un platillo que se sirve muy pero muy fresco, literal. El sannakji es nada más y nada menos que un pulpo recién cortado servido en tu plato, por supuesto que se come crudo y cuando los tentáculos aún se están moviendo, en algunos restaurantes te pueden servir el molusco completo para darte el «placer» de devorarlo como todo un depredador. Por lo general el único condimento de este platillo coreano es el sésamo.
5 Vino de víbora o ratón. El vino de serpiente y de ratón es muy común en el sureste de Asia, ambos son considerados remedios en la medicina tradicional, en esta bebida se mezcla licor puro con víboras venenosas (de las cuales el veneno termina desactivado por el etanol) o ratones en donde se dejan fermentar, según sea el caso (aunque la preparación del de ratón es más dramática, ya que las crías son separadas de su madre al nacer y aún con vida son metidos en una botella de licor de arroz) y son valiosas por su esencia más que por su sabor.
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6 Queso casu marzu. Seguro más de uno puede declararse amante del queso (yo incluida, por supuesto) y casi cualquier tipo de este nos encanta pero creo que hay que reconsiderarlo cuando se trata del queso casu marzu y es que este manjar originario de Cerdeña, Italia es sólo para valientes. El proceso de elaboración más que complicado podría parecer asqueroso y es que lo que hacen los lugareños es poner larvas de mosca dentro del queso y así su proceso digestivo le da un sabor más fuerte. La fermentación llega a su límite cuando las larvas son gusanos transparentes y se rompen los ácidos grasos, no se escucha muy apetecible. Por cierto que en las degustaciones recomiendan a la gente tapar sus ojos porque esos gusanos pueden saltar hasta 15 centímetros, así que no quiero ni contarte si una termina en tu ojo.
7 Huevos centenario. Pues sí, parece que los platillos más asquerosos son de origen asiático y es que este es precisamente de China. No tiene mucha ciencia, en pocas palabras, se trata de huevos de codorniz, pato o pollo fermentados en cal o arcilla; se sabe que es momento de comerlos (como aperitivo) cuando la yema se pone color marrón y la clara verdusca.
8 Smalahove. Bueno, pues este plato de Noruega es bastante común en las mesas de las familias en temporada navideña y aunque antes se consideraba «comida de pobres», hoy es uno de los platillos más representativos de la cultura. Para hacer smalahove necesitas una cabeza de oveja, luego quemas la piel y la lana, después quítale los sesos y para terminar la cabeza se sala, se ahuma y se deja secar. Ahora sí, ¡provecho!.