Bien decía mi abuelita que vivimos condenados a querer lo que no tenemos, si somos morenos queremos ser güeros, si tenemos cabello liso lo queremos rizado, si tenemos ojos negros queremos ojos verdes y así consecutivamente. Esto es normal, sin embargo, hay quienes se obsesionan más de la cuenta y terminan con un verdadero problema psicológico de autopercepción que puede tener graves consecuencias.
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Martina Adams, mejor conocida como Martina Big, es una ex azafata alemana que tuvo una insólita transformación; la Martina de antes era joven, delgada y digamos que cumplía con los cánones de belleza normales para una mujer de Alemania, sin embargo, en un intento por parecerse a Pamela Anderson se sometió a una cirugía de pechos, la más extrema realizada en Europa, el resultado: talla 32s, dos implantes en cada pecho de 10 kilos cada uno y el «reconocimiento» de ser la mujer con el busto más grande de Europa.
No conforme con su nueva imagen, Martina decidió cambiarse el color de piel para volverse «más oscura», así que gastó nada más y nada menos que 65.000 dólares en cirugías, inyecciones e interminables sesiones de bronceado en su casa para volverse negra, todo porque decía que le encantaba el contraste de su pelo rubio con su piel oscura.
Martina también fue duramente criticada por la «Race Equality Foundation», una fundación que promueve la igualdad racial ya que ellos consideran a la metamorfosis un proceso ilógico ya que a su decir, quien se somete a él, no comprende los retos que enfrentan las minorías étnicas hoy en día.
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Y aunque ahora Martina se ve como una mujer de rasgos africanos, asegura que ella no pretende ni actuar ni ser una mujer negra, solo quiere sentir la posibilidad de ser ella misma y está a un paso de lograrlo, para ello está buscando aumentarse los glúteos para que éstos se vean proporcionales al resto de su cuerpo.
¿Qué te parece Martina?
