Si te pidieran que ejemplificaras con algo el color piel, ¿qué usarías?
Piensa bien la respuesta, y es que, aunque parezca algo sencillo de contestar, la verdad es que no. ¿Cuál es el color piel?, ¿quién definió qué tono sería denominado como «piel»?, ¿por qué?
Nadie lo sabe, pero lo que sí sabemos es que de cajón, desde que entramos a la escuela la sociedad nos dice que el color «rosa claro» es el que asociaremos con el de la piel de una persona, de hecho, la asociación es tal que las propias marcas de colores nombran a sus lápices con estas características como «color piel».
Los prejuicios
Es así como durante toda nuestra vida hemos hecho prejuicios sin siquiera tener la intención y es que al final del día, ni siquiera la mitad de personas en el mundo tienen una piel de color rosa claro, de hecho, existen millones de tonos distintos dentro de una sola piel, ¿tienes pecas?, ¿rosácea?, ¿te has quemado con el sol?, si te miras frente a un espejo ¿podrías decir que lo que ves corresponde a las características del color piel?, ¿No? Yo tampoco, y precisamente a ello se debe que este video esté reventando Internet desde hace poco tiempo.
Casi tres minutos y medio son suficientes para mostrar cómo un experimento social que toma unos segundos puede lograr que la gente termine dándose cuenta que ha estado equivocada, sin contar con la tremenda vergüenza que les provoca el haber puesto etiquetas a la diversidad.
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El «color piel» y la vida real
¿Te diste cuenta? Y es que si ponemos atención en las investigaciones, tan sólo en México, según el INEGI, la gente que está en edad laboral clasifica el desempeño de los demás según cómo se vean, es decir, mientras más oscuro es el color de piel, los porcentajes de personas ocupadas en actividades de mayor calificación se reducen. Cuando el color de piel se vuelve más claro, los porcentajes ocupados en actividades de media y alta calificación incrementan. En términos más sencillos: Quienes lucen menos morenos tienen más posibilidades de ser jefes, gerentes, profesionistas y existosos, al contrario de los que no gozan de este «privilegio» social; ellos son artesanos, gente de campo y quienes siguen las órdenes de los que están en los altos mandos, y aunque la regla se rompa en algún caso, la primera impresión de dos desconocidos siempre será esa y encasillará a quien tiene enfrente por cómo se mira aunque esté completamente equivocado. ¿Es justo?
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En realidad, el color piel no existe, pero los colores piel sí, porque seguirnos encasillando en un solo tono es absurdo y encasillar a alguien por una condición natural es más absurdo aún.
Después de ver esto, ¿cómo te sientes ahora?
