La tecnología no hace más que avanzar y ahora propone hacer que te olvides de las tarjetas de crédito y el efectivo para siempre, ¿cómo? Con un sofisticado microchip.
Estos pequeños aparatos que usan tecnología RFID se implantan en la mano y tienen el tamaño de un grano de arroz, de hecho, aunque en América Latina sean algo nuevo, la verdad es que hace un tiempo que se están usando en Alemania, Australia, Nueva Zelanda y Suecia.
Quienes tienen uno implantado aseguran que ha sido la mejor inversión porque pueden cargar en el microchip sus datos, boletos de avión y hacer pagos como si se tratara de una tarjeta de crédito convencional.
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Lo malo es que como todo, hay riesgos que correr cuando te decides a implantar una cosa como esta y es que tu seguridad podría ser vulnerada por la empresa que te lo implantó o hackers, así que aunque aún no se sabe de algún caso que haya sido terriblemente afectado por algo así, existen altas posibilidades de que ocurra.
