Pues sí, bien sabemos que la bicicleta es uno de los primeros medios de transporte «sofisticados y modernos» que se crearon por allá de 1817 y que con el paso del tiempo fue modificándose hasta llegar a lo que conocemos hoy. Hasta ahí todo bien, sólo que si pensabas que el 19 de abril se celebra su día porque fue cuando la inventaron, entonces prepárate para la decepción porque la «bicla» en realidad no tiene un día especial de haber sido fabricada, hasta ahora sólo sabemos el año; así que la razón por la que hoy estés presumiendo tus dotes de ciclista en el Facebook va más allá de eso, incluso, me atrevería a decirte que no tiene mucho que ver.
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La verdadera historia
Bien, aunque el nombre de la celebración lleve como protagonista a este medio de transporte, la verdad es que la bicicleta es un objeto que pasa a segundo plano cuando sabes la historia y es que en realidad lo que conmemoramos fue el primer «viaje» de histórico en dos ruedas, uno que hizo el químico Albert Hoffman bajo los efectos del LSD en 1943.

Todo empezó cuando Albert, un trabajador de la farmacéutica Sandoz, comenzó a experimentar con nuevos químicos y accidentalmente se topó con la dietilamida de ácido lisérgico, mejor conocido como LSD, y pensó que podía ser un buen medicamento para diferentes enfermedades; 5 años después de seguir en la «prueba y error», el experto se puso en contacto con el LSD por error y entonces empezó a sentir mareos y alucinaciones acompañados de imágenes fantásticas y formas extraordinarias, el efecto pasó y tres días después, un 19 de abril, se propuso exponerse de nuevo al componente para ver qué más sucedía. Hoffman sintió lo mismo que anteriormente pero ahora tenía muchas ganas de reír, después se sintió extraño y decidió volver a casa, así que debido a las restricciones de la segunda guerra mundial con los autos, tomó su bicicleta y le dijo a su asistente que lo acompañara para asegurarse de que su euforia no terminara causándole un accidente.
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Por fortuna, el hombre llegó sano y salvo y así fue como el día pasó a la historia como el famoso «día de la bicicleta», mientras que siguió experimentando con LSD con el objetivo de encontrar el medicamento que controlara enfermedades mentales como la esquizofrenia o la depresión, hasta que en los 60 se convirtió en una popular droga urbana cuando se corrió la voz sobre sus efectos «placenteros» y bueno, el resto ya lo conocemos. Al final, Hoffman murió muy decepcionado porque su experimento terminó siendo objeto de deseo que provoca una terrible adicción y que no ha servido para curar absolutamente nada. :/
