¿Recuerdas la torre que asustó en algún momento a Hernán Cortés al descubrirla en Tenochtitlan durante la conquista? Pues es real, esas miles de historias que contaban acerca de los aztecas y sus estructuras hechas de cráneos humanos sí existen y están siendo descubiertas en la Ciudad de México.

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Los Aztecas se caracterizaban por muchas cosas y entre ellas el ser un poco sanguinarios ya que solían decapitar a sus víctimas en sacrificios humanos para después hacerles un agujero en la parte superior al cráneo y colgarlos junto a otros que ya tenían en una especie de pared que formaba una torre, todo con el fin de infundir el miedo en sus enemigos, y creo que lo conseguían muy bien.
¿Cómo comprobarlo? Pues una de estas torres de cráneos humanos ha sido descubierta bajo la Ciudad de México dejando a los antropólogos más que sorprendidos ya que esto marca algo importante para la cultura mexicana y la visión que se tiene de los aztecas.

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Los arqueólogos del Instituto de Antropología e Historia de México (INAH) mencionan que han encontrado 650 cráneos humanos, pero lo que está realmente causando un gran asombro es que estos no solo pertenecen a los enemigos sino que entre ellos están los de mujeres y niños, lo que ahora pone en tela de juicio el tema de los sacrificios y el por qué también mataban a estas personas.
«Los niños y mujeres no iban a la guerra. Está pasando algo que no está registrado y esto es muy nuevo», subrayó un arqueólogo.
Esta excavación se inició en el 2015 y la historia dice que Andrés De Tapia, un soldado que viajaba con Cortés, fue quien aseguró que existía una torre de cráneos en un lugar que llamaban el Huey Tzompantli y que esta causaba miedo a los españoles. Según sus referencias, la torre se encontraba en una de las esquinas de la capilla de Huitzilopochtli, el dios azteca del sol, la guerra y el sacrificio humano.
No cabe duda de que este hallazgo es simplemente fascinante, así que ahora ya sabemos que las crónicas de los españoles eran reales (o la mayor parte de ellas), ahora lo importante es conocer qué rumbo tomará ahora la historia.
