La llegada de Evo Morales a México ha sido caótica y ha dividido a más mexicanos de lo que quisiéramos. El expresidente de Bolivia pidió asilo político en nuestro país después de las protestas en su contra por fraude electoral y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, aceptó gustoso. Evo, aseguró públicamente que AMLO le ha salvado la vida al recibirlo en suelo azteca.
Fueron 12 horas de vuelo. Quien recibió al exmandatario en el aeropuerto internacional de la capital fue el canciller Marcelo Ebrard.
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Acompañando a Evo Morales veían más presonas. Álvaro García Linera, quien fuera vicepresidente de Bolivia, y Gabriela Montaño, expresidenta del Congreso. Mientras tanto, Evo mantiene sus razones: «Decidimos renunciar para que pare el derramamiento de sangre».
Para nadie fue sorpresa que Evo Morales se mostrara agotado al llegar a México, aunque viajó en uno de los aviones más cómodos que hay. Llevaba puesta la misma ropa con la que se le vio el domingo. Sin embargo, eso no le impidió saludar con el puño en alto a los periodistas presentes a su llegada.
A decir de Marcelo Ebrard, la decisión de acoger a Morales se dio como una respuesta a la situación de urgencia que enfrenta Bolivia. Aseguró que de no haber sido así, la vida del expresidente hubiera corrido aún más peligro.
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Ahora solo falta saber qué será de Evo Morales en los próximos días, meses o el tiempo que se haya planeado su estadía. ¿Por cuánto será? No lo sabemos.