Salir al mercado es la cosa más inofensiva del mundo y lo peor que puede pasarte es que las bolsas pesen mucho y te lastimes los dedos a la hora de cargarlas, a menos, claro, que seas este chico.
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La mala suerte de Jonathan
Esta historia sucedió en Hamburgo, Alemania, ahí Jonathan y su padre decidieron ir de compras a una tienda cercana a su hogar llamada «Adese Markt» pero nadie se imaginaba que los trabajos de remodelación mal hechos por los empleados del lugar terminarían por quitarle la vida al pequeño.
Hasta la hora de pagar todo iba bien, de pronto, mientras el padre de Jonathan estaba con la cajera, el niño se dispuso a empezar a meter las cosas en las bolsas, pero apenas puso sus pequeñas manos en la barra de metal en donde se reciben los productos, cayó al suelo.
¿Qué había pasado? El pequeño recibió una fuerte descarga eléctrica y murió al instante, los paramédicos llegaron pero ya no pudieron hacer nada para devolverlo a la vida. La causa del accidente fue que uno de los empleados dejó un cableado eléctrico en la barra en donde Jonathan se recargó. Lo indignante es que el abogado de la familia pidió los videos de las cámaras de seguridad del lugar para avanzar en la investigación, sin embargo, el personal dijo que así como así, habían desaparecido.
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