Muchos han sido los famosos y activistas que publican en sus redes sociales fotografías con personas de escasos recursos o en medio de una situación delicada, hecho que siempre desata críticas y un debate que parece no tener fin.
Esta vez, el caos viene acompañado del nombre Stephanie Demner, una modelo argentina que se fue a pasar unos días al caribe mexicano en Cancún, Quintana Roo y que subió a su Instagram unas fotos con un pequeño cuyo padre vendía pulseras en la playa.
También te puede interesar: China regresa al ojo del huracán y produce el spot más racista del mundo
Las imágenes, además de los más de 60 mil «me gusta», generaron controversia debido a que muchos usuarios criticaban la forma en que supuestamente la artista exhibía al niño y lo «cosificaba» para ganar más publicidad, incluso, dos tuiteros, Diego Velázquez y Leo Cherni, mexicano y colombiano respectivamente, emitieron sus opiniones al respecto… Y no fueron nada buenas.
Hablemos de esa costumbre que tienen las personas de viajar al caribe y siempre sacarse una foto con un nene de por ahí de clase baja, quieren no parecer racistas pero creo que esto lo hace más racista aún. pic.twitter.com/DwVlBsEzdJ
— Tachame la doble (@leocherni) 9 de febrero de 2018
«Que hermoso eres, pequeño niño café, todos somos hermanos. Ahora anda y ve a seguir vendiendo pulseras bajo el sol, pequeño hermano».pic.twitter.com/D1zD4pxAhG
— Usuario de Redes Sociales. (@DiegoKermit) 10 de febrero de 2018
La modelo, por su parte, decidió desactivar los comentarios y modificar la descripción de las imágenes para justificarse: «Para los que están comentando que es trabajo infantil, esto esta lejos de eso. El papá vendía las pulseras y Alex lo acompañaba porque no tenía con quién quedarse y se quedó conmigo jugando un rato. ¡Nada más!»
También te puede interesar:South Park lanza un juego cuyo nivel de dificultad depende del color de piel que elijas
Lo cierto es que este tipo de fotos siempre han sido criticadas y es que la línea entre auto imponerse como el «héroe» y plasmar la realidad de una comunidad, lugar o personas es tan delgada que casi nadie puede lograr la segunda, de hecho, es por eso que organizaciones como «Radi-Aid» han hecho una lista de lo que debes plantearte antes de tomarte y compartir una fotografía como esta:
Pregúntate a ti mismo: «¿Cuál es mi intención al compartir esta publicación?»
Obtén el consentimiento informado de la persona en la imagen y/o del cuidador (o tutor). Si no puedes explicar por qué estás tomando una foto, busca un traductor.
Conoce el nombre y el contexto de las personas retratadas.
Ofrece una copia de la foto a la persona.
Evita generalizaciones extensas o simplificadas, incluye texto informativo con nombre, lugar, etcétera.
Sé respetuoso con las diferentes culturas y tradiciones.
Pregúntate a ti mismo: «¿Habría apreciado que me retrataran de la misma manera?».
Evita situaciones y lugares sensibles y vulnerables, como hospitales y clínicas.
No te retrates a ti mismo como el héroe en la historia que vas a compartir.
¡Desafía las percepciones, derriba los estereotipos!
Al final, el tema nunca dejará de ser complicado, así que en lo personal, creo que lo mejor es abstenerse, ¿qué opinas al respecto?