Conscientes de la necesidad de brindar bienestar emocional a la comunidad universitaria, particularmente durante esta pandemia, la Dirección de Acompañamiento Universitario (DAU), a través de la Coordinación de Atención al Bienestar Emocional, brinda sus servicios a los estudiantes, quienes han incrementado significativamente sus solicitudes de atención durante esta cuarentena.

Así lo informó el titular de esta dirección, Juan Carlos Pinacho Cruz, quien señaló que la situación actual ha provocado diversos estados emocionales, no sólo entre los jóvenes, sino también en personas adultas, niños y niñas. En el caso de la comunidad universitaria, dio a conocer que han recibido alrededor de 250 solicitudes de consulta de primera vez, durante el confinamiento.

De acuerdo con el director de la DAU, esta cifra es poco común porque generalmente las solicitudes crecen en el inicio o término del semestre, cuando los estudiantes pueden estresarse más por su rendimiento académico. En este sentido, señaló que la mayor demanda se ha centrado en los estudiantes de licenciatura, con el 96 por ciento.

En el marco de la conmemoración del Día de la Psicóloga y Psicólogo, este 20 de mayo, el titular de la DAU mencionó que el crecimiento de la demanda de estos servicios durante las últimas cuatro semanas se vincula a estados de ansiedad, tristeza, depresión, o bien por violencia dentro del núcleo familiar, donde las relaciones interpersonales se tensan por el encierro o la incertidumbre generada por la pandemia, así como por cuestiones de género.

Acciones institucionales para el bienestar emocional

“Como Universidad, la salud física y emocional de nuestra comunidad está contemplada en el Plan de Desarrollo Institucional del doctor Alfonso Esparza y en este caso la DAU colabora con un grupo de psicólogas y psicólogos que atendían de manera presencial, de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 horas, en las unidades de bienestar emocional, situadas en las áreas Centro, de la Salud y Ciudad Universitaria, así como en el Complejo Regional Sur en Tehuacán y en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en Tecamachalco”, destacó el maestro Pinacho Cruz.

Mencionó también que en horarios posteriores a las 17 horas y fines de semana, se ofrece una línea de atención telefónica para emergencias (22 23 44 89 05), que sigue operando las 24 horas para atender exclusivamente crisis. Asimismo, a lo largo del año se activan campañas de promoción de la salud emocional, prevención del suicidio y se imparten pláticas en las unidades académicas que lo solicitan.

En cuanto a las cifras, Pinacho Cruz informó que durante 2019 se realizaron 5 mil 876 atenciones presenciales, de las cuales 63 por ciento fueron para mujeres y 37 por ciento para hombres. En cuanto a la línea telefónica de atención a crisis, en ese mismo año se respondieron 456 llamadas, de las cuales 58 por ciento fueron de mujeres y 42 por ciento de hombres.

Respecto a la atención que se otorga en medio del confinamiento, explicó que el personal de psicología sigue trabajando basado en protocolos o líneas de atención que se difunden a la comunidad estudiantil en redes sociales. De esta forma, cualquier estudiante puede hacer una solicitud proporcionando sus datos -nombre, número telefónico, matrícula y programa de estudios- en el correo dau.contigo@correo.buap.mx.

Una vez que se corrobora la información proporcionada, la DAU se contacta con la alumna o el alumno para darle una cita virtual de lunes a viernes, utilizando distintas plataformas en línea, y de no contar con acceso a internet, se atiende vía telefónica.

La importancia de la salud emocional

Pinacho Cruz señaló que en el grupo de población entre 14 y 29 años –en el cual se ubica la comunidad estudiantil–, se presentan los trastornos emocionales e incluso psiquiátricos con más frecuencia, por ese motivo es importante destacar el cuidado de la salud emocional de la juventud.

Refirió que las y los jóvenes crecen con un gran número de estresores debido a traumas de la infancia, acoso escolar, discriminación por género y por diversidad sexual, violencia familiar, así como por origen étnico, desempleo, condiciones de salud precarias, pero también por pandemias o catástrofes naturales, lo que explica este aumento en sus índices de atención, ya que algo similar ocurrió tras el sismo de 2017.

Por otra parte, el titular de la DAU enfatizó que cuidar la salud mental se refleja, primero, en un ahorro financiero en salud pública, sobre todo porque está ligada al bienestar corporal; y, posteriormente, en un mejor funcionamiento social.

Otra de las ventajas, se relaciona con la estabilidad de las y los futuros profesionales, ya que actualmente las áreas de reclutamiento no sólo enfatizan en el desempeño y conocimientos, también en lo emocional, porque una persona con una salud mental adecuada es más capaz de enfrentar el estrés, resolver conflictos y hacerse responsable de su desempeño dentro del entorno laboral.

Cómo podemos cuidar nuestra salud mental

El maestro Juan Carlos Pinacho resaltó la importancia de acudir con un especialista de la salud mental para conocer nuestra persona y recursos propios que nos permitan hacer frente a una crisis. Sin embargo, reconoció también que existen estrategias de autocuidado que nos permiten alcanzar ese bienestar deseado, entre estas seguir adecuadamente los ciclos de sueño y sin interrupciones, además de realizar actividad física que involucre relajación y meditación, por lo menos 3 a 5 veces por semana.

Además, prescindir o regular el consumo de tabaco y alcohol. Asimismo, reconocer y evitar las relaciones interpersonales violentas en la familia o pareja; al contrario, fomentar amistades con pares, con quienes se deben intercambiar las necesidades personales, pero de forma respetuosa, a fin de establecer límites y formar verdaderas redes de apoyo.

Finalmente, se pronunció por identificar otras actividades, más allá de las escolares o laborales, que permitan un mayor disfrute de la vida; por ejemplo, la Universidad ofrece a su comunidad estudiantil una amplia oferta de talleres artísticos, culturales y de responsabilidad social, así como actividades deportivas, que contribuyen a la formación integral de las y los alumnos, porque pueden descubrir o afianzar talentos, lo que otorga a su vida otra clase de incentivos.