La otra cara del turismo.
Cancún es de los principales lugares turísticos de México, muchos son los extranjeros y los mexicanos que lo escogen para pasar sus vacaciones por sus hermosas playas y las riquezas naturales que ofrece, pero detrás de lo hermoso se esconde una terrible y penosa realidad, los niños sexoservidores.
También te puede interesar: Tenía 14 años y había tenido sexo con mil hombres por culpa de la trata
Una investigación que realizó el portal RT en Español descubrió la vida de dos niños que ofrecían sus servicios de compañía. María y Tonatiuh de 15 años, ella vestía un traje típico del estado de Yucatán y él una guayabera color rosa, ambos buscaban quién los «llevara a pasear».
A pesar de que ambos iban a la escuela su prioridad no era esa, antes de estudiar debían cumplir trabajando, su cara reflejaba una actitud de seriedad como si fueran personas mayores que han perdido toda la ilusión. Pero la expresión cambia cuando ven a un extranjero acercarse, pareciera que están bien entrenados, caminan a la par de los posibles clientes e incluso toman de la mano a los señores y señoras mientras tratan de convencerlos de pagar por sus servicios, sin importarles que los vean mal.
María, asegura que esta es una manera de pedir limosna a cambio de un placer sexual, lo cual para ellos a fin de cuentas es un negocio. Al día deben ganar unos 160 dólares, algo así como 3,000 pesos.
Todo parece indicar que estos chicos pagan por un derecho de piso, no son los únicos ofreciendo sexo y además, sus padres están al tanto de su «trabajo» y es que como dicen ellos «el sol sale para todos». Sin embargo, el trabajo no es para siempre, por lo que ellos, o al menos María, esperan encontrar a alguien pronto con quien puedan ser felices, tener un empleo «normal» e irse de esa ciudad para empezar una nueva vida.
También te puede interesar: Anthony, el niño de 7 años que fue esclavizado y maltratado por su propia familia (+FOTOS)
Al final, el encuentro que terminó con las amenazas de los «jefes» sirvió para reforzar las creencias que no aparecen en los registros oficiales, los servicios sexuales de menores de edad son más comunes de lo que parecen en Cancún. Los niños están entrenados para ver el sexo como trabajo, cobrar y desaparecerse entre la multitud.
