¡Dime qué escuchas y te diré quién eres!
Por años, los científicos y psicólogos ligados al campo de la cognición y los sentidos se han preguntado cómo es que nuestros sentidos se relacionan con el entorno poniendo especial atención al sentido auditivo y cómo es que este modifica nuestra percepción de la realidad. Una de las incógnitas a resolver es cómo la música impacta en nuestra vida (ya sea de manera positiva o negativa) y cómo marca el rumbo de lo que fuimos, somos y seremos.
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Uno de los expertos que ha estudiado este fenómeno es un psicólogo afiliado a la Universidad de Cambridge llamado David Greenberg, que después de muchos años de investigación afirma que nuestra personalidad tiene mucho qué decir sobre el genero de música que nos gusta. Greenberg realizó un estudio a más de 4.000 individuos y catalogó sus resultados en dos grupos de personalidad musical.
1) Empatizadores
Este grupo de personas es muy dado a ponerse en el lugar del otro y pensar siempre en los demás, incluso antes que en ellas, las personas que son empáticas con su entorno prefieren ritmos como el Rhythm and Blues (R&B) las baladas y el rock melódico, se alejan por completo de ritmos salvajes y movidos y prefieren escuchar música llena de tristeza y melancolía, bien dicen que el que más se preocupa por los demás es el que más sufre.
2) Sistematizadores
Este grupo de personas intenta comprender cómo funcionan las cosas, ama las relaciones lógicas y preguntarse siempre el «por qué» para llegar al principio de todo. La música predilecta de estas personas son aquellas canciones que muestren complejidad sonora e intelectual en sus composiciones, música llena de samples, técnicamente difícil con sintetizadores, solos de guitarra o batería.
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Por último está el grupo de los «equilibradores», personas que se encuentran en el medio tanto de actitudes como de gustos musicales. Una de las incógnitas que busca resolver Greenberg es cómo elegimos la música en función de nuestro estado de ánimo, ya que si estás en plan de chillax para una cena romántica con tu pareja no vas a poner rock pesado y viceversa.
Greenberg no niega que el estado de ánimo afecte a las elecciones musicales, sin embargo, aunque tu estado de ánimo cambie en dos o tres horas, siempre volvemos a escuchar el tipo de música que nos gusta. ¿Tú con cuál te identificas? ¿Eres «empatizador», «sistematizador» o «equilibrador?