Inés Rau es el nombre la francesa que está enloqueciendo Internet y es que es la primera modelo transexual que está en las portadas de Playboy, de hecho, se rumorea que el mismo Hugh Hefner es quien la eligió en persona antes morir para la edición de noviembre.
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La modelo de 26 años ha desfilado para marcas de alta costura como Bailman y Vogue Italia, además de estar en las páginas de Marie Claire y con su aparición en la revista espera que más personas trans se sienta con el valor de dar la cara ante la sociedad para dejar de ser víctimas de los abusos que se cometen con la mayoría de ellas, sólo por el hecho de ser «diferentes».
De hecho, ella misma era una de las personas que pensaba que no lograría tener una vida después de decidir su cambio radical, creía que jamás tendría una pareja y que nadie la aceptaría, pero la confianza que empezó a ganar en sí misma la ha llevado hasta donde está hoy.
Ahora, es más sociable y segura, le gusta estar con sus amigos, las fiestas, las playas paradisíacas y como es de esperarse cuida mucho de su cuerpo haciendo ejercicio al aire libre, eso sí, confiesa que hay un hombre de la política que le ha robado el corazón: Manuel Macrom.
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Una historia difícil
Rau nació en París siendo hombre, sin embargo, jamás se sintió cómoda con su condición así que cuando tenía 16 años decidió iniciar su transición y se sometió a la cirugía de reasignación de sexo. Desde entonces había vivido como una mujer plena y nadie supo que era transexual hasta hace poco, cuando tenía 24 años y decidió abrir sus sentimientos y su pasado.
Su éxito empezó cuando a la misma edad comenzó a trabajar como bailarina en ibiza y conoció a David Guetta, desde entonces la chica no paró y trabajó duro hasta ser la modelo que conocemos hoy, además claro, de convertirse en una ferviente activista que aboga por los derechos de la comunidad transgénero, a la que siempre representa con orgullo.
Ahora solo resta esperar a que salga la revista en noviembre para terminar de ver lo hermosa que es y es que nos ha quedado claro que no necesita la ayuda de nadie para abrirse paso en el mundo de las pasarelas, ¡arriba la inclusión!
